lunes, 20 de septiembre de 2010

Fotografía estereoscópica

Esta es una fotografía estereoscópica que compre en Uruguay hace muy poco. Entre sus datos no estaba lamentablemente su autor, pero si el año, 1930, algunos datos técnicos y su nombre....Calle con personaje.

copia por contacto



Para aquellos que aun no conocían la fotografía estereoscópica; es la técnica que permite registrar imágenes fotográficas que al ser observadas crean la ilusión de profundidad.
Si obtenemos dos imágenes con una separación como la de la visión humana, estamos observando igual que nuestros ojos. Y si después por medio de visores especiales o proyecciones polarizadas, dejamos ver a cada ojo, solo la imagen que le corresponde, nuestro cerebro creará igualmente el efecto de la visión en tres dimensiones.
Hay principalmente tres sistemas usados para lograr imágenes estereoscópicas:
Con una cámara especial de dos objetivos.
Con dos cámaras iguales juntas con disparo sincronizado.
Con una cámara desplazandola lateralmente para la segunda foto.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Philippe Bachelier

Hoy les recomiendo un enlace de quien fue uno de los laboratoristas de Sebastião Salgado.



http://www.philippebachelier.com/

martes, 14 de septiembre de 2010

Hola a todos! Pensando en como armar este blog y qué es lo que les resultaría interesante, me surgieron varias ideas acerca de los contenidos.
Creo que, más allá de las fórmulas y lo tedioso que puede resultar para algunos el tema de los reveladores y demás, la fotografía es en parte, atravesar o, por lo menos, haber conocido el increíble proceso que requiere una copia.
Es un camino que podemos abandonar si no contamos con la suficiente paciencia o el espacio necesario para armar el laboratorio propio o cualquiera sea la causa, pero es un camino que debemos conocer si queremos perfeccionar nuestro trabajo.

Aunque muchos puedan pensar que el laboratorio manual es un tema que perdió ya mucho terreno, creo contrariamente a esto que va ganando cada vez más espacio y fuerza con los que aún lo seguimos sosteniendo y en un futuro próximo será como lo es, una de las partes más interesantes de la fotografía, entre tanta satisfacción efímera y ansiedad continua.

Este blog es un intento de crear un vínculo activo de intercambio de información y opinión sobre temas que nos interesen.
Habrá, entre otras cosas, artículos sobre laboratorio y copias de colección, pero también “literatura fotográfica” y todos aquellos temas que se propongan o que tengan ganas de ver o contar*.
Siempre es bueno ver fotografía, así que veremos autores de todas las épocas y lugares. Solamente resta esperar sus propuestas y mirar, pensar, disfrutar, proponer… volar valiéndonos de las alas que nos dan las imágenes.
*(Para quienes quieran mandar sus experiencias en el laboratorio o artículos que deseen publicar sólo tienen que mandarlos al correo que figura en el perfil y serán publicados.)

Tasación de fotografías

El primer posteo es una nota muy interesante y clara sobre la tasación y venta de fotografías. Penélope Dixon, especialista en el tema, en una visita a Bs. As le dio la siguiente entrevista a la Revista Fotomundo:


¿Cuales son los aspectos fundamentales para evaluar una obra fotográfica?

Lo primero es el autor. Si se trata del siglo XIX el trabajo podría ser anónimo, pero si es del siglo XX, deberíamos conocerlo. Si es una obra de las décadas más recientes debería estar firmada, si no lo está, podría ser un problema.
Lo segundo es la fecha de la copia. Cabe preguntar ¿Es de época (vintage print) o es reciente? Tomemos el caso de Lee Friedlander, una hecha en los 70 tiene un valor diferente que una de los 90. Esto dificulta nuestro trabajo cada día más, porque a veces es muy difícil descubrir la diferencia. Es más fácil en los años 30 o los 40, pero desde los 80 hasta hoy, se complica. Por eso es tan importante que los fotógrafos pongan toda la información posible en cada copia. En el caso de un fotógrafo contemporáneo que tomó una fotografía en 1995, pero la copió en 2003, debe registrarlo. En el futuro se sabrá que la copia fue hecha muy cerca de la toma del negativo.
Lo tercero es cómo debe estar firmada. Por ejemplo, si se trata de Ansel Adams, las copias más nuevas deberían estar firmadas en lápiz y las más antiguas en tinta, pero siempre deben estar firmadas, porque así lo hacía, a menos que se tratara de algún trabajo comercial. Si fuera una obra de Weegee, por ejemplo, uno no esperaría una firma. Si la tuviera, uno se preguntaría ¿Por qué esta firmada? O sea, es necesario saber qué esperar de cada autor.
Lo cuarto, si es un trabajo contemporáneo, es cuantas copias se editaron. La mayoría de los fotógrafos de la primera parte del siglo XX, por ejemplo Cartier-Bresson, no limitaban la tirada. Algunos fotógrafos eran muy cuidadosos, como Edward Weston que llevaba registros muy precisos indicando siempre el número de copia, por lo que fácilmente se sabe cuantas hizo de cada imagen. El limitaba sus tiradas a 50, pero nunca agotó ninguna.
También es importante el proceso, sobre todo con los contemporáneos. No importa si es digital o no, lo que importa es sobre qué está impreso ¿Es un proceso que se conservará? ¿Los colores permanecerán inalterables si no están guardados en ambientes climatizados? Todo un tema para un lugar como Buenos Aires, por la humedad. Yo he tenido problemas en mi colección por no tener el ambiente climatizado constantemente. Todo trabajo sobre papel debe cuidarse.

¿Hay alguna regla que los fotógrafos deban seguir para que el comprador esté seguro de lo que compra?

No hay una ley, pero en Nueva York se intentó hacer una Carta de Autenticidad. Yo trato de incentivar a las galerías a que entreguen remitos completos, bien detallados, porque son parte de la historia. Entonces, cuando alguien deba cotizar una obra, allí tendrá la mayor información.
Siempre recomiendo a los autores a poner la mayor cantidad de información que puedan: cuando fue tomada, cuando fue copiada, número de copia de una tirada de cuantas, quien es el laboratorista si no la han copiado ellos mismos, proceso, etc. En muchos casos uno sólo encuentra una firma, el resto hay que adivinarlo.

Entonces, se trata de creer en la palabra del autor.

Si, por eso es tan importante la procedencia de la obra. Si yo compro una obra que alguien compró del artista, debe figurar en la historia de la copia. Cuando una pieza va a una subasta, normalmente publican donde estuvo antes. Eso es parte de su autenticidad.
Todo esto siempre fue parte del mundo de la pintura o de la escultura, pero ahora que los fotógrafos venden en más de un millón de dólares, como ha pasado con una imagen de Man Ray y una que actualmente se ofrece de Andre Kertesz, es muy importante saber de dónde viene la pieza, conocer toda su historia, si le hicieron alguna restauración, si estuvo bien conservada.

¿Cómo se evalúa el precio de la obra de un fotógrafo sin trayectoria?

Es una de las cosas más difíciles, en fotografía como en cualquiera de las otras artes.Muchas veces es azar que un autor desarrolle un mercado, dando por supuesto que sea un buen artista. Una obra puede ser tan buena como otra, pero una le gustó al galerista, le hizo una muestra y encima la expuso a buen precio, y le gustó al crítico de arte que le hizo un artículo, eso es suerte. O de repente un museo compró una obra, y ciertamente pesa que forme parte de la colección de una institución prestigiosa, ampliando las posibilidades del mercado para ese trabajo.
Los fotógrafos que empiezan deberían ir a encuentros, festivales, ferias y mostrar su trabajo tanto como puedan. Hay tantos autores intentando mostrar su obra que en Estados Unidos hay galerías que sólo revisan portafolios una vez al mes. Pero los fotógrafos deben insistir, mostrar a personas como vos, o como yo, que después puedan recomendarlos. Así se va formando una red de gente que conoce tu trabajo y si es bueno, hay probabilidades de ir para adelante.

¿Y el precio?

Para empezar, creo que la mayoría de los fotografos contemporáneos deberían vender en el rango de los 500 a 1.000 dólares. Hoy en día muchos empiezan más caro, pero si yo no conozco bien la obra de alguien no gastaría más que eso, ni recomendaría que lo hicieran.

¿Cómo es el actual mercado?

El mercado ha cambiado radicalmente en las ultimas dos décadas, de un puñado de galerias a cientos alrededor del mundo. Los precios han trepado de unos pocos cientos de dólares a cientos de miles. Internet también cambió el mercado. Mucha venta de fotografías se realiza por este canal, incluyendo ventas privadas de galerias y subastas a través de E-Bay.
Un ejemplo de cómo Internet esta cambiando el mercado es reciente, cuando estaba tasando daguerrotipos franceses y descubrí que hasta hace 10 años los coleccionistas compraban mayoritariamente daguerrotipos de su propio país. En Estados Unidos, un daguerrotipo americano se pagaba más caro que en otro país. Pero esta diferencia ya no existe. Hoy el precio puede ser levemente superior, porque puede tener una historia en Estados Unidos, pero nada significativo.
Cuando me mudé a Miami, hace 14 años, no pasaba nada en fotografía. Sin embargo lentamente empezó a pasar y hoy, Art Basel es casi todo fotografía.

¿Qué sucede con la fotografía documental?

Hay un cruce interesante. Autores como Sebastião Salgado, y buena parte del equipo de Magnun, comenzaron como documentalistas pero luego entraron con sus imágenes en el terreno de las Bellas Artes.
Recientemente hemos trabajado sobre un archivo de fotógrafos afro-americanos del sur. Eran básicamente fotógrafos de sociales de pequeños pueblos donde no tenían acceso a fotógrafos blancos. Fotos de familias y lugareños que ahora entraron al mercado del arte porque son imágenes maravillosas. Muchos fotógrafos de estudio no eran destacables, pero algunos si y es muy interesante redescubrir a estos autores.
Y tuvimos que valuar un archivo del New York Times. Muchas de las obras iban lejos más allá de estar un día en las páginas de un diario. La gente las compra porque les significan algo, son parte de la historia.
Cualquier género de fotografía puede ser arte, si el autor es un artista.
Absolutamente. Hoy el terreno está abierto a todo, desde la obra más abstracta y contemporánea, que yo pudiera no alcanzar a apreciar completamente, hasta las instantáneas tomadas por tu abuela. Pero, claro, tienen que ser buenas. Eso es lo que me apasiona de la fotografía.

En el mercado mundial ¿hay interés en la fotografía latinoamericana?

Está empezando, creo. Como ejemplo tomemos el caso de Lissie Habie de Guatemala,
representada en Argentina por Arte x Arte, la galería de Luz Castillo. Tiene otra galería en Houston y en este momento está exhibiendo en Miami. Alguien va a empezar a representarla en Nueva York y yo te estoy mencionando su nombre. Es un buen ejemplo de un nombre relativamente desconocido, con un trabajo hermoso que se está empezando a conocer, pero le llevó tiempo. Es interesante ver su carrera. Su obra es, yo no diría latinoamericana, pero sí muy diferente, única.
Otras galerías que se especializan en fotografía latinoamericana son Spencer Throckmorton en Nueva York y Sicardi-Sanders en Houston y The Americas Collection en Coral Gables, para nombrar solo algunas.

Es que muchos artistas plásticos están trabajando con fotografía.

Cierto. Pero no sin problemas.En Art Basel, la mayoría de las galerías no son de fotografía. Les preguntas algo sobre la fotografía que tienen expuesta y están vendiendo a 10.000 dólares y muchas veces no saben. Esto es un poco raro, no saben con qué procedimiento se hizo, ni cómo hay que conservarla. Esto deberá corregirse.
Las ferias son importantes. Los galeristas muchas veces venden más en las ferias que en sus propias galerías, así que van de feria en feria. Estos eventos atraen galeristas y eso es bueno, porque se consigue que mucha gente vea el trabajo de los autores de la región. Esta es también otra manera para los fotógrafos que están empezando.

¿Qué mensaje les darías a los lectores?

Los fotógrafos, por su lado, no deben darse por vencidos, deben seguir trabajando. Cada vez hay más coleccionistas. Cuando empecé en este trabajo conocía a todos los coleccionistas del momento, hoy no tengo ni idea de cuantos son, pero son muchísimos. Y hay tantas galerías. Lo que más se colecciona hoy en día esa fotografía, así que hay lugar para muchos fotografos y galerias.
Y una última reflexión, especialmente para los que trabajen en Buenos Aires: Es muy importante la conservación de la obra, el control de la temperatura y humedad. El rango es bastante amplio, pero la obra debe guardarse dentro de ciertos límites, la fluctuación es lo peor, la arruinará. También hay que tener cuidado con la exposición a la luz. La conservación es un problema verdaderamente serio, al que hay que prestarle atención.